Era una bendición estar vivo en ese amanecer,
pero ser joven era el mismísimo paraíso.
Wordsworth, 1770-1850, acerca de la Revolución Francesa.
Nunca se me había ocurrido calcular la edad que William Wordsworth tenía cuando se le pasara por la cabeza escribir estos magníficos versos, y resulta que una se pone a contar y descubre, no sin cierto amargor, que el tío tenía 19 escasos años, lo que resulta más curioso porque esa es mi edad.
Y una cosa lleva a la otra, sin entrar el terreno del talento literario, y es, imagínense señores (siempre he querido utilizar esta persona como si escribiese artículos) haber vivido algo así. Es decir, no es cualquier cosa, es que es LA REVOLUCIÓN FRANCESA y una se siente terriblemente pequeña e insignificante cuando piensa: " veamos, exactamente con mi edad, qué hacía Wordsworth..."
Muy fácil es la respuesta, daba gracias por estar vivo en ese amanecer, pero es que encima era joven, y él ahora está más que muerto y comido por los gusanos, pero una vez estuvo en el mismísimo paraíso.
Y yo solo puedo morirme de envidia, porque tengo 19 años y mi vida no es así, y no voy a vivir una Revolución, ni sentirme en el mismísimo paraíso. Por lo menos si doy gracias por estar viva, aunque sea en 2009, que acaba en el mismo número, por cierto.
martes, 23 de junio de 2009
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