domingo, 31 de enero de 2010

si un cuerpo coge a otro cuerpo



Resulta que ha muerto Salinger. Muy mayor sí, pero no puedo dejar de mencionarlo. Por una vez, me tragaré las ganas de ser atípica: el guardián entre el centeno marca adolescentes, y yo por no ser menos, fui marcada. Resulta que a mi me influyó tanto que me dió por leer, y desde entonces he intentado no parar. Igual si nunca hubiera parado a mis manos no querría ser filóloga. Así que de alguna forma tengo que darle las gracias sobre todo a Holden Caufield y a Salinger por descubrirme lo que más me gusta en el mundo.

¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (...) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer.

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Ay me...

1 comentario:

JODER